15 junio 2015

Internet provocó cambios en los ámbitos, social, laboral e inclusive el familiar

Infidelidades, mayor dificultad para establecer relaciones reales y aumento del estrés son situaciones que se plantean cada vez con más frecuencia en consultorios de psicólogos y otros especialistas, que advirtieron que desde la llegada de Internet en los últimos 20 años, los argentinos enfrentan problemáticas nuevas a la hora de relacionarse.
"Noto muchos cambios desde la llegada de Internet en los distintos ámbitos, social, laboral e inclusive el familiar. Por un lado creo que facilita el contacto en las relaciones a distancia en cuanto a cercanía y tiempo real, pero por otro crea una falsa realidad al hacer creer que los vínculos que se forman en la red son reales", explicó a Télam la psicóloga Claudia Vitale.
La especialista consideró que el uso de Internet y redes sociales "incentiva la falta de contacto humano y constituye un escudo para las personalidades con mayor dificultad en el área social, que trae como consecuencia la disminución de la calidad de las relaciones, mayor grado de superficialidad y desapego".
"Es más fácil vincularse por Internet, donde uno puede mostrarse como quiere y no como es realmente, escondiéndose a través de la pantalla en un ámbito que cara a cara resulta difícil manejar. Las redes constituyen un soporte para los lazos más débiles, que raramente constituyen relaciones duraderas porque las personas se desconectan, cambian de nombre, crean perfiles falsos y no revelan necesariamente su identidad", apuntó.
Vitale comentó que tras la llegada de la Web se perciben nuevos problemas y desafíos en el consultorio: "La adicción a las redes, la dificultad de pacientes con personalidades evitativas para establecer relaciones reales que implican moverse de la casa y la mayor cantidad de infidelidades gracias a las facilidades que ofrece la red.
"También hay mayor facilidad para entrar en la privacidad del otro, con las consecuencias negativas que eso puede acarrear, y aumento del estrés; pensemos que aunque fuera sumamente favorable estar conectado con cualquiera en cualquier lugar del mundo todo el tiempo, quizás irónicamente nos esté resultando más difícil conectarnos con nosotros mismos", señaló.
Según un informe realizado por la consultora TrialPanel, casi el 80% de los argentinos asume que las redes sociales han influido de alguna forma en sus relaciones personales, mientras que un 20%, entre los que se encuentran principalmente adultos mayores de 54 años, dice que no.
Facebook lidera el ranking de las redes más usadas por los argentinos con un 89%, seguido de Whatsapp (76%), Youtube (57%), Google+ (38%) y finalmente Skype (30%).
A través de ellas, el 67% de los internautas dice ver noticias, el 63 por ciento fotos o videos de sus amigos, el 59% "entabla" charlas, y el 57% comparte sus propias imágenes.
En tanto, sobre el para qué suelen usar los argentinos Internet, el 88% de los encuestados la utiliza principalmente para buscar información, el 68% como fuente de distracción, el 54% para chatear (63% las mujeres y 45% los hombres), y un 53% para trabajar.
La doctora en comunicación y especialista en culturas juveniles, Roxana Morduchowicz, refirió que "el primer uso -y el principal- que hacen los jóvenes de Internet es comunicativo".
"Nueve de cada diez adolescentes argentinos tienen un perfil en Facebook, lo que significa que estar en las redes es el principal uso independientemente del sector social al que pertenezcan", aclaró.
Sin embargo, Morduchowicz consideró que "los chicos de hoy no son menos sociables que los de antes", y que "existe el preconcepto de un mundo sobrepoblado de pantallas, pero es sólo un prejuicio".
"Cuando nosotros éramos adolescentes teníamos el teléfono de línea y lo usábamos ilimitadamente, en cambio hoy existe una variedad de soportes y medios para comunicarse, lo que no significa que los chicos sean menos comunicativos, sino que se transformó la sociabilidad juvenil", puntualizó.
Con respecto a los riesgos que se corren al exponerse al uso de Internet y las redes sociales, Morduchowicz sugirió a los adultos que estén atentos y que aunque no sean usuarios pregunten a sus hijos con quiénes se comunican "sin invadir su privacidad".
"No queremos saber de qué hablan, sino con quién hablan. Un consejo muy bueno es evitar instalar los equipos en la habitación y colocarlos en espacios de uso común, donde todos puedan circular", apuntó.

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