26 mayo 2015

Periscope llegó a Android

Twitter anunció que Periscope, la aplicación para emitir videos en directo desde un teléfono celular, ya está disponible para el sistema operativo Android.
La herramienta de "streaming" -independiente de la red de "microblogging"- empezó a funcionar en marzo para dispositivos iOS de Apple y en sus primeros días registró un millón de descargas.
Periscope permite emitir videos en directo, que pueden verse hasta 24 horas después de su grabación.
Cuando un usuario realiza una emisión, sus seguidores reciben una notificación y al acceder al video pueden hacer comentarios en directo y también indicar que les gusta enviando corazones al autor.
El usuario puede elegir si su emisión es accesible para todos sus seguidores o limitar su acceso a un número limitado de personas.
La versión para Android -a partir de Kit Kat 4.4-, el sistema operativo de Google, incluye algunas diferencias con respecto a la disponible para iOS.
Según Twitter, ofrece un mayor control sobre las notificaciones, que pueden desactivarse tanto en bloque como de forma individual.
Además, permite retomar una retransmisión en el instante preciso en que fue interrumpida para responder a una llamada o acceder a un mensaje.

22 mayo 2015

¿Por qué nos quejamos tanto en Twitter?

La queja, inherente al ser humano, encontró en la inmediatez y la sencillez de uso de las redes sociales un nuevo hogar que ofrece al internauta un megáfono para el desahogo y el refuerzo de su ego.
Las redes sociales, en especial Twitter, se convirtieron en un canal donde volcar insatisfacciones y frustraciones: titulares como "arde Twitter" o "se incendian las redes sociales" empezaron a ser frecuentes -más de lo deseado- en los medios de comunicación.
Pero, ¿nos quejamos más que antes con las redes sociales? ¿La frialdad del medio impulsa la protesta y la crítica? ¿Por qué usa el ser humano internet como un micrófono incluso para propagar mensajes destructivos? ¿Invita la inmediatez a la ligereza en la expresión del pensamiento?
EFE conversó con el filósofo Jesús Mosterín, con los psicólogos Javier Jiménez y Fabrizio Ferri y con Twitter para tratar de comprender el fenómeno de la queja en los nuevos medios sociales.
Mosterín destaca que estos son tiempos de "mucha democracia y poca tecnocracia", que en las redes sociales cualquier ciudadano puede expresarse en igualdad de condiciones que el mayor experto en una materia.
Explica que quejarse en ellas "no sirve para conocer la realidad, pero sí para expresarnos nosotros mismos, para sacar lo que tenemos dentro y sentir que no estamos cohibidos".
El psicólogo Javier Jiménez, experto en medición psicológica que trabajó para la universidad de Cambridge, indica que la principal función de esa queja es el reconocimiento social y una petición velada de apoyo.
"La queja, entendida como manifestación de insatisfacción, siempre ha existido. (...) Pero ahora lo que hay es una barrera mucho más baja para que esa queja llegue a los demás. La tecnología lo pone muy, muy fácil", sostiene el psicólogo experimental Fabrizio Ferri, experto en nuevas tecnologías.
Ferri subraya que quejarse en las redes es una conducta nada costosa con la que se recibe un refuerzo.
El experto lo compara, salvando las distancias, al mecanismo de la máquina tragaperras: "supone una recompensa tremenda a una conducta que ha costado muy poco, entonces se convierte en algo casi adictivo. Supone un regalo de atención a veces inesperado que recompensa muchísimas veces el pequeño esfuerzo que hemos hecho".
Muchas veces, la crítica fácil, la descalificación y la queja están movidas por lo que Mosterín llama un "concurso de popularidad".
"Hay personas que, llegado determinado número de seguidores, sienten su ego alimentado y se sienten validados para hacer una queja incluso agresiva sin reparos", relata Ferri.
Mosterín coincide con Ferri en que el ser humano siempre ha sido quejica, solo que antes lo hacía en "voz bajita" para evitar que se le "cortara la cabeza".
"Los niños pequeños, antes de ser influidos por la cultura en que viven, lo primero que hacen es quejarse. (...) No creo que la gente se queje más ahora, en el sentido de que tenga más motivo de queja, sino que las quejas que se producen ahora se ven y se oyen", reflexiona.
Los expertos resaltan que las redes sociales -y otras herramientas como el "email"- son frías: es difícil sentir empatía hacia textos o imágenes.
La falta de contexto, según Ferri, dificulta empatizar y hace que la comunicación pueda ser mucho más agresiva e hiriente.
Ahora bien, Jiménez matiza que tampoco hay que idealizar a la sociedad, donde existen racismo, acoso y machismo: "Tendemos a creer que las personas son mejores de lo que son", recalca.
La red social con más usuarios del mundo es Facebook, pero es más habitual recurrir a Twitter para quejarse. ¿Y por qué?
Jiménez cree que su naturaleza abierta es clave: los mensajes son accesibles para cualquiera, mientras que en Facebook los usuarios suelen tener cuentas privadas.
Ferri destaca su inmediatez, su concisión (los mensajes se limitan a 140 caracteres) y su sencillez de uso.
Además, no se pueden controlar ni ocultar los tuits. Y la visibilidad es más sencilla: "Si viertes un pensamiento en Twitter, este pasa a formar parte de un flujo de pensamiento único sobre ese tema en concreto al que cualquiera puede acceder".
Fuentes de Twitter afirman a EFE que, "en general", la experiencia en la red es "amable".
En los últimos meses, Twitter implementó distintas herramientas para disuadir y denunciar comportamientos destructivos.
Mosterín critica que en las redes se reciban invitaciones a decir que algo gusta o disgusta, que sí o que no sin análisis previo.
"Si yo me pregunto qué contribución hacen Twitter y Facebook al conocimiento humano o a la resolución de los problemas de todo tipo que tiene el mundo de hoy, a mí me parece que la contribución es casi nula".

Violeta Molina - EFE.

15 mayo 2015

Elon Musk, el nuevo visionario de Silicon Valley

Elon Musk, el empresario que busca colonizar Marte y convirtió los vehículos eléctricos en objetos deseables, es un visionario de la talla del mítico fundador de Apple, Steve Jobs o titanes de la era industrial como Henry Ford o John Rockefeller, según una nueva biografía.
"Intenso", esa es la palabra que elegiría Ashlee Vance, autor de "Elon Musk: Tesla, SpaceX y la búsqueda de un futuro fantástico", si tuviera que describir al fundador de la empresa aeroespacial SpaceX y cofundador de la firma de vehículos eléctricos Tesla y la empresa de pagos electrónicos Paypal.
El biógrafo de Musk relata en una entrevista publicada en el sitio web de la agencia de noticias Bloomberg para la que trabaja cómo el empresario solía enviarle emails pasadas las tres de la madrugada y asegura no haber conocido a nadie con semejante energía.
"Tiene una constitución que no he visto en mi vida", manifiesta el autor del libro, que saldrá a la venta el próximo 19 de mayo.
La biografía está repleta de citas y anécdotas sobre la vida de uno de los emprendedores más influyentes de Silicon Valley.
"Esa es la lección que aprendí de tomar vacaciones: las vacaciones te matarán", asegura Musk en una de las citas del libro recopiladas por el diario The Washington Post.
Musk contrajo una malaria que casi le cuesta la vida en el año 2000 tras unas vacaciones en Brasil y Sudáfrica.
El libro recoge una cita de un empleado de Tesla cuya identidad no se revela y quien asegura haber recibido un email de Musk diciéndole que estaba muy decepcionado con él por haber preferido asistir al parto de su hijo que a un evento en la empresa.
"Esa no es una excusa. Estoy muy decepcionado. Tienes que decidir cuáles son tus prioridades. Estamos cambiando el mundo y cambiando la historia y o bien estás comprometido o no", dice el correo recibido por el empleado no identificado.
Musk negó esta semana en su cuenta de Twitter que las declaraciones del empleado sean ciertas.
"Es una idiotez total y resulta hiriente el asegurar que le dije a alguien que se perdiese el nacimiento de su hijo por asistir a un acto de la empresa. Nunca haría algo así", afirmó Musk, quien solo desmintió dos citas del libro.
La otra tiene que ver con unas declaraciones que supuestamente habría hecho a un potencial inversor a quien habría declarado que tiene mentalidad de "samurai" y que preferiría cometer suicidio antes que fracasar.
El empresario de 43 años de origen sudafricano y casado en tres ocasiones, dos de ellas con la misma mujer, asegura en un momento del libro que le gustaría encontrar una novia a la vez que se pregunta cuánta atención requiere una mujer.
"Necesito encontrar una novia. Necesito encontrar algo más de tiempo para eso. Podrían ser incluso cinco o diez (horas). ¿Cuánto tiempo quiere una mujer por semana?. ¿Quizás diez horas?. ¿Es ese el mínimo?", se pregunta el ejecutivo.
Musk, que vive en Los Ángeles, visita cada semana Silicon Valley y suele alojarse en la casa del cofundador de Google Larry Page, quien vive en Palo Alto y quien bromea en el libro que el consejero delegado de Tesla es una especie de vagabundo.
"Es una especie de sin techo, lo que es gracioso. Me envía correos electrónicos diciéndome: 'No sé dónde alojarme esta noche. ¿Puedo quedarme contigo?", relata en el libro Page, quien asegura que por el momento Musk no tiene copia de las llaves de su casa.
La biografía revela detalles desconocidos hasta ahora como el que Musk alquila castillos y luchadores de sumo para sus fiestas, y que en una de ellas un experto en el arte de lanzar cuchillos arrojó uno a un globo entre las piernas de Musk, quien estaba en ese momento con los ojos vendados.
En opinión del diario The New York Times, lo que mejor hace Vance en el libro es contar bien, y de forma sencilla, la historia de Musk, padre de cinco hijos.
"Es sin lugar a dudas la historia de un hombre inteligente pero más aún que eso es la historia de un hombre con una gran determinación", asegura en su crítica del libro el Times, que recuerda que Musk tiene fama de trabajar día y noche.
"Todos trabajábamos 20 horas y él trabajaba 23", cuenta uno de los entrevistados en el libro.
Nacido en el año 1971 en Pretoria (Sudáfrica), Musk cursó estudios en Canadá y la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) antes de trasladarse a la costa oeste de Estados Unidos, donde desarrolló su carrera como emprendedor y forjado su fortuna.

Teresa Bouza - EFE.

10 mayo 2015

Bitcoffee, la primera cafetería latinoamericana en aceptar moneda virtual

Turistas y argentinos frecuentan "Bitcoffee", que dice ser la primera cafetería de América Latina en aceptar la moneda virtual bitcoin como medio de pago.
"Es una cafetería de tipo café americano, pero al estilo argentino. La idea es que sea un espacio amigable donde la gente venga a relajarse y esté en contacto con la tecnología, pero que esta no sea invasiva", dice a EFE Matías Caputi, socio fundador de "Bitcoffee", situado en el centro de Buenos Aires.
"Me pasaba mucho que trabajaba haciendo desarrollos por mi cuenta en cafés y bares, y generalmente no tenía para enchufar la computadora o el celular, y noté que en ese segmento había un inconveniente y se me ocurrió la idea de Bitcoffee", expresa Matías sobre cómo surgió la idea de su cafetería.
Caputi, de 30 años de edad e ingeniero en sistemas, cuenta que el origen del nombre "Bitcoffee" se desprende del concepto "bit", que es la unidad mínima de información, y que después de que varios clientes le preguntaran si aceptaban bitcoins, decidió utilizar la moneda virtual para su negocio.
"Desde que empezamos a trabajar con la moneda virtual tenemos varios clientes que pagan de esta forma y la verdad que fue una explosión a nivel marketing", reconoce Caputi y agrega que si bien el porcentaje de personas que pagan con bitcoins no es alto "son clientes muy fieles".
"Estamos teniendo una respuesta muy buena de la gente, más que nada en el rango de los 15 a los 45 años, que son personas acostumbradas a usar móviles y a interactuar con cajeros automáticos", agrega Matías.
Aunque el número de usuarios de bitcoin en Argentina es pequeño, el desarrollo de la moneda virtual creció desde sectores de personas que trabajan en tecnología hasta llegar a usuarios que la utilizan para transacciones comerciales.
La legislación sobre las monedas virtuales no es clara, pero bitcoin permite a las usuarios tratar con una moneda sin intermediarios como un banco o un Estado, ni otra institución que regule su funcionamiento.
En "Bitcoffee" el cliente hace el pedido en la carta digital, una vez que lo elige pone el nombre, en la caja avisa si quiere pagar con dinero o con bitcoins, y si elige el último método se acerca a una computadora donde puede ver el código "QR" para poder efectuar el pago.
"La idea surgió cuando estaba en Brasil, yo en ese momento no sabia hablar portugués. En un bar pedí una comida y no sabía bien qué era, y al final me trajeron cualquier cosa", recuerda Matías sobre cómo nació la idea de implementar una carta digital.
"Al tener una carta digital podemos agregar productos de una forma mucho mas ágil y no mandar a imprimir folletos, podemos agregar promociones rápidamente", explica el joven emprendedor.
Caputi, que además de hacer la tarta de manzana característica del lugar, también se encarga de atender las mesas de su cafetería, cuenta con la inestimable ayuda de Alicia, su madre, que lo acompañó en su proyecto y se ocupa de cocinar las delicatessen caseras de la cafetería.
"Uso bitcoins desde 2011 y esta es una buena oportunidad para probarlos. Recomiendo su uso porque es una alternativa a la moneda normal y una manera de poder administrar tu propio dinero sin necesidad de tenerlo en tu casa o en un banco", expresó a EFE Conrado, uno de los clientes de la cafetería.
"Bitcoin no solo me sirvió como una herramienta de marketing para mi concepto de bar, también es una herramienta muy ágil, porque la plata la tengo en mi billetera inmediatamente, no tengo que ir al banco o a una casa de cambio", concluyó Caputi.

Francisco Pescatori - EFE.

03 mayo 2015

No soy "hipster", soy "muppie"

Tras el paso de los "hipster", que pusieron de moda los anteojos de pasta, los estilismos vintage y la defensa del medio ambiente, llegan los "muppies", una nueva generación de nativos digitales que puede hacer mil cosas a la vez, al mismo tiempo que se desvive por llevar una vida sana.
"Muppie", término inventado de la unión de "millenial" y "yuppie" por la escritora estadounidense Michelle Miller en su libro "The Underwriting" (Kindle Edition), engloba a una serie de jóvenes de entre 25 y 35 años que se esfuerza para conseguir el éxito laboral, más por satisfacción personal que por una buena remuneración.
"Esta nueva generación, que tiene entre 22 y 35 años, pasa una hora al día buceando en internet, treinta minutos realizando compras online y cuarenta minutos confeccionando el menú del día siguiente", escribe Miller.
Trabajan en lo que les gusta, son solidarios y adictos a las redes sociales, pero su verdadera droga es el deporte y la ingesta de alimentos saludables.
No conciben la realidad sin tecnología, crecieron con el CD, el MP3 y el MP4 y la Play Station, viven pegados al smartphone y para ellos Twitter es su fuente de información.
Cuentan con una buena formación, generalmente con estudios superiores, dominan dos idiomas, incluso tres, estudiaron en el extranjero y se ocuparon de engrosar su currículum con cursos específicos y algún que otro máster.
Unas veces remunerada y otras no, presumen de una larga experiencia profesional en la que pudieron ser desde diseñadores hasta "Dj", pasando por "bloggers", modelos por un día u organizadores de eventos.
Tras esa experiencia, crean su propia empresa, ese proyecto con el que tantas veces soñaron y, que hoy por hoy, más que darles beneficios, los divierte y los hace sentir bien.
Para un "muppie", el dinero no es lo más importante, prefieren disfrutar de las pequeñas cosas del día al día y darse algún que otro capricho.
Su vida social se mueve en Instagram y Facebook. Les encanta viajar, conocer nuevas culturas y disfrutar de la gastronomía, vivencias que en solo unos segundos comparten en las redes, su objetivo es conseguir más seguidores.
Recurren al yoga y al "running" para desconectar del trabajo. La fotografía, el cine, la literatura, las manualidades, hacer punto o coser son algunas de sus aficiones.
Entre su prioridades se encuentra la salud y el bienestar. Adoran los productos ecológicos, los jugos de frutas, verduras y alimentos saludables como el brécol, "kale" (berza o col rizada), miso, los frutos rojos o las nueces.
Prefieren el pan casero y, por supuesto, dulces ecológicos e hipocalóricos, ricos en soja, avena o cebada malteada.
Son responsables con la naturaleza y están concienciados con la importancia de preservar el medio ambiente, entre sus hábitos se encuentra el reciclaje.
En cuanto a su estética, los "muppies", visten con ropa de firma, pero sin seguir tendencias, imponen su estilo informal y rehuyen de los trajes (saco y corbata), son "fans" de los vaqueros de última generación y prendas que declinan el estilo "preppy".
Bolsos, carteras y zapatos, junto con los accesorios para personalizar la tableta y el teléfono móvil, son sus complementos favoritos.
No miran hacia el futuro, prefieren vivir el día a día, sin grandes planes y disfrutar de las buenas cosas que les brinda la vida.

Carmen Martín - EFE.

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