Desde aquellos que les gusta hacer fotografía, pasando por los más adolescentes que cultivan un formato de la imagen hasta los más veteranos que deciden dar a conocer sus gustos a través de una foto, todos pero todos han encontrado un lugar de referencia: el fotolog. ¿Qué es esto? ¿Qué sentido tiene?
Según Juan Lestani, Decano de la Facultad de Tecnología Informática de la Universidad de Belgrano los fotologs responden a una ola creciente de disponibilidad masiva de medios técnicos que antes sólo estaban al alcance de algunas empresas u organizaciones. “Desde una perspectiva psicológica y generacional, son una herramienta de construcción de identidad y redes sociales para los "nativos digitales", la generación nacida a partir de la instalación de la revolución digital”, dijo.
La emergencia de los fotologs se caracteriza por ser un fenómeno adolescente (usuarios entre 14 y 20 años), femenino y, aún más sorprendente, netamente latinoamericano (Chile, Argentina y Brasil son, por lejos, los países con más usuarios).
El servicio es tan simple que millones de personas lo utilizan. Consiste en subir fotos y recibir comentarios de otras personas sobre la misma. Según la empresa Terra Argentina 1,3 millones son los fotologs creados en su sitio desde que dieron inicio al servicio en 2005. Los usuarios en Fotolog.com desde 2002 son 405 mil y 5.000 son las fotos que suben a diario los usuarios de este servicio. La temática de las fotografías que se “cuelgan” es infinita: desde un objeto de la casa, pasando por una salida con amigos hasta llegar a paisajes. Todo esta permitido. Y los más jóvenes lo saben.
Celeste (14) tiene su flog y para ella lo más importante son las firmas que le van dejando. “Los leo porque son de mis amigos y les firmo, a veces por curiosidad. Además yo tengo uno, aunque no sé porque, pero me gusta”. Ariel (16) tiene una finalidad a la hora de leerlos: “solo a veces entro en fotologs y solos aquellos que tienen cosas que me interesen como el fútbol o la música. Además estos referencian a otros que también ponen fotos sobre estas temáticas”. Por su parte, Mariel (23) aclara “yo no tengo ni me interesa tenerlos, me gusta ver lo que las otras personas consideran interesante a la hora de poner fotos”. Alberto (20) se sinceró y dijo que “me gusta mucho ver las imágenes de otros, es por curiosidad, me inquieta, siempre que entró en la red tengo para ver varios y de estos, a través de sus links, salto a otros”.
La diversidad de pensamientos también hace que un concepto único sobre el tema sea imposible de alcanzar. Aunque de todos modos se puede decir que interés y curiosidad sumado a la buena predisposición para recibir firmas son los condimentos de aquellos que gustan de los fotologs. Al respecto, en la publicación de este mes de la revista local Rockzilla se cita sobre el tema: “la gran mayoría de los fotologs parecen hechos para atraer firmas, sin reparar el contenido, sólo importa que alguien dé una señal. Ser masivo, esa es la cuestión”.
La hija de la presidenta también lo usa
La tecnología no discrimina ni repara en quién la utiliza, esto es porque no se trata de otro cosa más que de una interfaz, un soporte, que permite realizar ciertas acciones. Es por eso que los jóvenes se vuelcan fácilmente a estas nuevas tendencias. Es una forma de salir de su realidad cotidiana y encontrarse virtualmente con el mundo. Un caso emblemático es el de la hija de la presidenta que utiliza el servicio. Hace más de un año que tiene fotolog y luego de que se la haya visto activa en la asunción de su madre a la presidencia, los buscadores como Google o Yahoo! recibieron miles de consultas sobre su blog. Al respecto, según un diario nacional, Cristina Kirchner confesó que le pidió que no tuviera más porque salen en diarios y revistas, pero Flor se plantó: "'Yo voy a seguir haciendo la vida que quiero hacer', me dijo. Y yo contesté: 'Ma sí, seguí con el fotolog'".
Sin dudas la tecnología ha dado un giro a la vida cotidiana de las personas y sobre todo de los más jóvenes. Encontraron un ámbito donde a sus padres les es difícil controlar. Pero, por otro lado, saben utilizar las nuevas oportunidades para crear lazos y comunidades virtuales que afianzan conceptos como unión, amistad y credibilidad.
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