por José Di Bártolo
jdibartolo@lacapitalmdq.com.ar
"Hubo un tiempo que fue hermoso" cantaba Sui Generis tiempo atrás y la frase bien se puede traer a colación de la actualidad. Hubo un tiempo en que existía la web y costo comprenderla. Luego vinieron las redes sociales y el auge de los weblogs con lo que llamaron web 2.0 y si bien el concepto en sí era complicado de procesar, la gente lo entendió. Pero hay algo de Internet que no se detiene y es precisamente el dinamismo con el las cosas y los conceptos cambian. Y así, a pesar de que ya se venía hablando hace algunos años, ahora comenzaron a nombrar con más fuerza a la evolución de la red como la web 3.0 o semántica. ¿Qué esto? ¿Por qué evolución? ¿Qué cambios implicará en la vida cotidiana de las personas?
EVOLUCIÓN. En 1989, Tim Berners Lee creó lo que se conoció posteriormente como Internet. Durante los primeros diez años la web respondía a una simple premisa: mostrar. Las empresas, los diarios, las organizaciones y el poder político que incipientemente se volcaron a la red, lo único que hacían era mostrar el contenido que ellos consideraban importante. Esta etapa, según el teórico Vicent Giuliano, se llamó "vuelco" y se grafica en la web mostrando datos. El tiempo pasó e Internet se convirtió en una gran apuesta para inversores. Eso terminó derivando en el proceso que posteriormente se conoció como "la burbuja de Internet". Muchas empresas quebraron y para comienzos del nuevo siglo se empezaron a desarrollar otro tipo de tendencias para la red.
Por ese entonces, en el 2001, comenzó a hablarse de una superación de la Internet como se conocía hasta entonces y se la llamó web 2.0. ¿Qué era esto? Era la posibilidad de los usuarios de poder crear su propio contenido en la red de forma gratuita y administrarlo, sumado años más tarde, a la interacción entre usuarios y no entre computadoras. La web, con esa acepción, cambió rotundamente. Ya no se hablaba de audiencia, ni de consumidores sino de prosumidores, de personas que consumían y producían a la vez en la web. Los blogs, YouTube y Facebook han sido los grandes exponentes de esta movida que hasta hoy esta vigente en la red y que muchos aún no logran de comprender cómo es que al alcance de un click nos encontramos con amigos de la infancia o con familiares en otra parte del mundo.
WEB 3.0. El relato venía desarrollando era lo que se conocía hasta el momento, pero durante la semana que pasó se comenzó a hablar de una nueva evolución de la web que ahora se llamaría web semántica o 3.0. ¿Cómo es esto? Todo empezó con la puesta en marcha del buscador Wolfram Alpha, una aplicación que en lugar de brindar links a sitios web, el buscador iba a contestar directamente las preguntas que le hace cada uno de los usuarios. El servicio si bien se puso en marcha, deja aún mucho que desear. Pero inauguró un nuevo momento en la red: el paso conceptual de la web social a la semántica.
Nadie mejor que Tim Berners-Lee, el creador de la World Wide Web, para dar respuesta a lo que realmente es esto. Él destaca lo que la transformación traería aparejada en el campo de la investigación genética y el tratamiento farmacológico de enfermedades hasta ahora incurables. "Diseñada correctamente, la web semántica puede asistir a la evolución del conocimiento humano en su totalidad", señala Berners-Lee.
En simples palabras, la web semántica es una evolución de la Internet que hoy conocemos que tendrá una interconexión de datos superior a la actual y podrá dar a los usuarios respuestas concretas a sus necesidades. "¿Cuántos kilómetros hay hasta Córdoba?", "¿Cómo es el teorema de Pitágoras?", "¿Cómo hacer un weblog". Hasta el momento, estos interrogantes se responden a través de links. La web semántica, lo que hará, será contestar la pregunta. Sin vueltas.
CAMBIOS. Muchas personas hablaron en estos días de los cambios que implicará en el futuro la web semántica, no solo aplicada a Internet, sino también, a la vida cotidiana.
Eso hace que todos los dispositivos de una casa puedan conectarse, algo que en la web 2.0 se da entre computadoras, celulares y GPS. Ahora, en esta evolución de la red, todos los artefactos electrónicos podrán estar comunicados entre sí y "captar" a través de los rastros inteligentes que se vayan dejando los gustos de forma tal que una heladera podrá detectar lo que falta dentro de ella y hacer la orden al supermercado de forma online. ¿Futurismo? Nada más cerca de ser verdad.
La web es siempre la misma. Se refiere al espacio virtual en donde las personas pueden intercambiar conocimientos, experiencias y compartir una inmensa cantidad de cuestiones. Sólo hay que añadirle a estos conceptos la idea de evolución y allí comprender los nuevos paradigmas que se aproximan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario