El fabricante japonés de vídeojuegos Nintendo celebra este mes el 20 aniversario de su consola "Game Boy", un dispositivo portátil que desde 1989 ha disminuido de tamaño y ha aumentado el número de seguidores, actualmente de todas las edades.
Hace veinte años, veía la luz Nintendo "Game Boy", que se ha convertido en un icono de los años 90 al inaugurar la era del entretenimiento portátil, un tipo de ocio por el que sigue apostando fuerte la compañía nipona.
El icónico "ladrillo gris", el desvelo de todos los niños de los 90 que no se conformaban con pasar las horas frente a su televisor pisando setas y explorando tubería con "Super Mario", se ha transformado con los años menguando y ofreciendo nuevos servicios.
La primera "Game Boy" tenía cuatro centímetros de grosor y pesaba unos 300 gramos, pero introducía novedades nunca vistas antes como los cartuchos de juegos intercambiables y la posibilidad de jugar con otros poseedores de tan preciado aparato.
Según reconoce el propio presidente de la compañía, Satoru Iwata, "el entretenimiento portátil tiene un gran futuro y Nintendo seguirá apostando por los vídeojuegos" como parte de una identidad que se ha mantenido con los años.
Ahora el futuro es táctil, con reconocimiento de voz y cámaras que hacen del juego algo interactivo y mucho más colorido que aquellas pantallas verdes que tintineaban con las plataformas del "Donkey Kong".
A la primitiva "Game Boy", que llegó a vender más de 100 millones de unidades, le sucedieron las rejuvenecidas Gameboy Color, Advanced, Pocket y Advance SP, que no obtuvieron el éxito del novedoso primer modelo.
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