Pasaron tres décadas desde que en nuestro país se produjo uno de los cambios tecnológicos más importantes dentro del medio de comunicación con mayor masividad del planeta: la llegada de la televisión a color.
Ahora, la Argentina parece encaminarse rumbo a otro disparador que promete, incluso, hasta modificar los hábitos del espectador frente a la pantalla. En este caso, siguiendo la senda trazada por Brasil, el Gobierno anunció su decisión de ingresar en el mercado de la televisión digital.
Cuando este vuelco se produzca, los usuarios tendrán una mejor calidad de imágen y sonido; pero lo más sustancial es que dejarán la actitud pasiva para interacturar con en contenido. Es decir que el nuevo sistema conllevará a una televisión digital 2.0. Así, no solo se tendrá la posibilidad de elegir qué mirar, sino cuándo y dónde hacerlo.
En tanto, surgen interrogantes sobre cómo será la señal o sí servirán los actuales aparatos hogareños.
Por otra parte, respecto a la desición de Argentina sobre la norma estándar que adoptará nuestro país, trascendió que se trata de la llamada SBTVD una adecuación que acordó Brasil con Japón basado en el sistema asiático (denominado ISDB-T) que permitiría agregarle desarrollos locales.
Alta fidelidad
Según los técnicos y especialistas, el nuevo sistema permitirá una mayor definición de imagen. Es decir que se eliminan las interferencias que ostenta la televisión analógica. No se ve mal: directamente se ve o no se ve, tal como sucede con un DVD.
A su vez, el sonido también recibe una compresión y aparece con calidad de MP3.
De acuerdo a un informe publicado por "iProfesional.com" la TV analógica es una señal que va variando en forma contínua. Es como un electrocardiograma: esa es su forma de transmisión. En cambio, la digital no se transmite de esa manera, sino que opera a través de "ceros" y "unos", que es lo que le da el status de, precisamente, digital.
Es una tecnología que además de mejorar la imagen y el sonido, permite transmitir varios programas por un mismo canal ó seguir un acontecimiento con cámaras individuales.
Es ahí cuando entrará en juego la interacción. Por ejemplo en un partido de fútbol, el espectador podrá elegir el ángulo de seguimiento de una jugada, además de tener acceso a la información del cotejo o fichas de los propios jugadores.
En materia publicitaria, se podrá ingresar a datos complementarios o efectuar compras on line.
Obviamente, esta señal también será capatada por teléfonos celulares o dispositivos móviles.
Es por estas características que el aparato de TV pasará a comportarse como una computadora.
Cabe destacar que el servicio por canales de aire seguirá siendo gratuito, mientras que continuarán operando los prestadores privados de cable.
Nuevas pantallas o decodificadores
Al tiempo que comienza a vislumbrarse el advenimiento de la estandarización digital emerge como un obstáculo la ausencia de aparatos compatibles con cualquiera de las futuras normas.
Así, la disponibilidad en el país de televisores que, a modo de aparatos genéricos, no están diseñados específicamente para captar el servicio, obligará a los usuarios a incorporar decodificadores para poder captar la nueva tecnología de transmisión en caso de que se intente ver televisión de aire.
El especialista precisó que los decodificadores que, por ejemplo, hoy se comercializan en Brasil bajo la norma japonesa ostentan un precio que alcanza los 290 reales (170 dólares aproximadamente). "Igualmente, en breve planean lanzar al mercado uno a 112 dólares, y quizás más tarde presentar un decodificador a un costo de 30 dólares", explicó.
En un tono similar, Ditada también dio por descontado el futuro uso de un decodificador, aunque remarcó que "la migración a la TV digital demorará años". "Mientras tanto, se seguirá transmitiendo también en analógico, por lo que habrá tiempo para que el modelo y la disponibilidad de equipamiento compatible se vaya incrementando", concluyó.
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