17 marzo 2008

La memoria del futuro


por Oscar Lardizábal

PARIS - "Construímos la memoria del futuro". Este es el lema del Instituto Nacional del Audiovisual (INA) de Francia y se refiere como patrimonio cultural a la memoria de la radio y la televisión de este país. Sin embargo, al visitar la sede central del INA al este de París, por sí misma una ciudadela de tres edificios monolíticos separados por amplios parques, quedó en un grupo de periodistas argentinos, entre ellos el enviado de LA CAPITAL, la sensación de haber observado la Biblioteca de Alejandría del siglo XXI. Cuando se recorren las salas la idea es que se ingresa a los escenarios de una película de ciencia ficción: en varios espacios se alinean centenares de CPU, en otra sala una estructuras de decenas de metros son los robots que automáticamente buscan y transfieren las grabaciones, en otro ámbito pueden hallarse controles televisivos de grandes dimensiones en el que a cada canal corresponde uno o varios monitores.
Los galos refieren al INA como el primer banco mundial de archivos audiovisuales digitalizados y primer depósito legal del audiovisual.
Las cifras más representativas de su dimensión apabullan: 70 años de programas de radio y 60 años de televisión que han sido objeto de las tareas esenciales a la misión del Instituto, las de conservación, digitalización y restauración; 1.400.000 horas de programación almacenadas a fines de 2006, 700.000 horas de radio y 700.000 de televisión; recopilación cada año de 300.000 horas de programas.

Salvar la memoria audiovisual

Es política de Estado en Francia que antes del 2015 hayan sido tratados todos los archivos audiovisuales que se hallan en riesgo de desaparecer por el proceso de degradación. Este plan supone un presupuesto de 300 millones de euros.
"De este modo Francia será el único país del mundo en haber salvado su memoria audiovisual", señala el presidente del INA, Emmanuel Hoog.

Trabajan varios argentinos en el INA. Dos de ellos, con cargos jerarquizados, participan de la atenta recepción a los comunicadores argentinos: Daniel Teruggi, director de Investigación y Experimentación, y Hortenia Pappano, responsable del Tratamiento de Documentos Radiales. Ambos llegaron muy jóvenes a Francia hace treinta años y como era de suponer por el momento de su arribo su exilio tuvo que ver, directa o indirectamente, con la persecución política de la dictadura militar.
Según precisa Teruggi --un ex músico de La Plata-- a partir de febrero de 2004 los profesionales pueden acceder a través del sitio www.inamediapro.com al primer banco mundial de archivos audiovisuales digitalizados y accesibles por Internet, con 300.000 horas de archivos y 3 millones de anotaciones documentales.
Series de televisión, telefilms, documentaciones, programas informativos, de actualidad, deportivos, de entretenimiento, entrevistas, ficciones radiofónicas, conciertos, además de realizaciones regionales, están disponibles para aquellos emprendimientos de producción de programas, investigaciones o iniciativas en educación que requieran de archivos.

Accesible al público

"Aquí no se trata de un concepto de archivo como memoria cerrado, sino de un concepto al revés: además de conservar se busca que todo esté accesible al público", remarca Teruggi, en tanto acciona el mouse de manera que en una pantalla de gran tamaño ejemplifica con las posibilidades de búsqueda. Tras él, otra argentina, Marina Wainer, como jugando encuentra rápidamente el video de la visita que el presidente Miterrand realizó a Córdoba y otra con la llegada en el año 1964 de agricultores franceses a Santa Fe, corridos por una prolongada sequía en Europa. Sólo dos ejemplos tomados de las largas listas de documentos que suceden a la introducción de las palabras claves.
El INA es rentable. Obtiene 15 millones de euros al año por la comercialización de videos que le son requeridos por los profesionales, quienes deben dirigir cada pedido al Instituto, que habrá de analizar la situación en cuanto a los derechos patrimoniales del material elegido y en base a ella fijará el precio de usarlo. El valor promedio de cada minuto de filmación ronda los 300 euros. Por esta vía se conforma el diez por ciento de la rentabilidad del instituto, cuyo presupuesto se integra en un 40 por ciento con recursos propios y en un 60 por ciento con el aporte del estado francés, que subvenciona por su tarea de investigación a la que considera "una empresa pública, industrial y comercial".
A su vez el Estado, por la vigencia de la ley de copiado, recauda un canon sobre la comercialización de discos vírgenes y actualmente está en estudio si la misma carga se aplica sobre los teléfonos celulares.
Teruggi indica también el interés por el INA de las organizaciones deportivas, de artistas y de productores ya que "a ellos les va el 8 por ciento de lo que se vende y esas mismas organizaciones hacen la distribución de los fondos así obtenidos". También los periodistas reclamaron que se les reconociera como partícipes de las utilidades de los programas de radio y de televisión en los que ellos participan y, luego de un intenso debate legal, el reclamo les fue admitido.

También Internet y YouTube

Como se indicó el Estado francés hizo recaer sobre el INA la misión del depósito legal. En el presente otro aspecto novedoso que está en estudio es el de guardar los contenidos de Internet. Qué y cuanto guardar se plantea. Tiene debate parlamentario un proyecto de ley que habría de disponer que la Biblioteca guarde textos de Internet y el INA los producidos audiovisuales.
Llama la atención la protección de los derechos patrimoniales que es posible ejercer gracias a la prodigiosa convergencia de decisión política y avances tecnológicos. En Francia no existen programas de televisión como los de CQC o Televisión Registrada de la Argentina. Ni los habrá. Sencillamente porque el uso de las imágenes ya emitidas es carísimo y el control ganada cada vez más en eficiencia.
El INA vende los contenidos con una suerte de huellas digitales que luego son detectables. Ocurre que el Instituto ya unió las bases de datos de los que vende con las bases de datos de lo que controla. Antes de que ésto ocurriera la utilización de imágenes sin autorización llegaba al 75 por ciento, porcentual que cayó abruptamente cuando comenzaron las intimaciones del departamento legal del INA. "Hubo pánico", dice Teruggi mientras levanta las cejas. Y agrega sonriendo: "ahora le está llegando el turno a YouTube". Ya en Francia se debate si también se controlarán los contenidos de los blogs.
Teruggi viajará pronto a la Argentina. En mayo habría de suscribirse entre el INA y Canal 7 un convenio para la unificar y digitalizar los cuatro archivos de señal estatal argentina.
Como se decía, el desarrollo tecnológico del INA hace que cada vez reciba requerimientos del exterior. Tres ejemplos significativos de ésto: en el instituto francés se conserva y digitaliza materiales provenientes de las radios y televisiones de Serbia, Jordania y Afganistán. Acuerdos similares se celebran con decenas de otros países.

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