12 noviembre 2013

Los ojos del Gran Hermano


Por Francisco Albarello (*)

En momentos de innovación tecnológica como los que se viven, la realidad y la ficción parecen cruzarse de modos inesperados.
Por su posibilidad de registrar en vivo todo lo que sucede y viralizarlo al momento a través de las redes, los anteojos de realidad aumentada marca Google Glasses ya han provocado resistencias y despertado la voz de alarma en instituciones bancarias o baños públicos, por mencionar algunos ejemplos.
Sin embargo, lo que más interesa destacar es lo que tiene que ver con los nuevos mundos narrativos que puede alumbrar este dispositivo: ¿se está ante el inminente nacimiento de nuevos géneros de realities contados en primera persona, una cámara subjetiva y en plano secuencia que le muestra a todo el mundo, sin intermediarios, lo que uno vé y escucha?
La serie televisiva "Black Mirror", producida por Endemol, estrenada en 2012 en el Reino Unido y emitida en la Argentina por la señal de cable I-Sat, describe en tono apocalíptico los efectos no deseados de la tecnología.
Llama particularmente la atención uno de sus capítulos, titulado "Tu historia completa", donde las personas tienen la posibilidad de colocarse un implante de memoria que permite grabar lo que ven y escuchan. a partir de una cámara ubicada en sus ojos. Con un pequeño control remoto se puede retroceder para ver el momento deseado y así "recordar" lo vivido.
En dicha ficción, las personas acostumbran a reunirse para ver en la pantalla de TV lo que ellos mismos grabaron con sus ojos, una especie de ritual de recordación donde cada uno asiste y opina ante lo que el otro vió/vivió.
El protagonista de la historia, un joven contador que busca cambiar de trabajo, se obsesiona de tal modo con la grabación de sus recuerdos que busca todo el tiempo en sus grabaciones evidencias que le permitan sacarse una duda crucial: si su esposa le es infiel.
Esa tecnología hizo blanco en una debilidad humana: querer controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, revisar una y otra vez lo que se ha hecho y culparse por haber actuado de un modo y no de otro.
Esta serie impacta y no se puede dejar de pensar en los Google Glasses y en sus posibles efectos futuros. La emblemática novela de George Orwell "1984", que inspiró al reality show Gran Hermano -también producido por Endemol- describe una sociedad dominada por este ser superior que vigilaba desde una enorme fotografía que, estratégicamente ubicada en los lugares públicos, daba la sensación de que estuviera mirando a todos los que por allí pasaban.
Los ojos de Gran Hermano, ahora, se salen de la pared y se instalan en nuestras pupilas. Nos escudriñan desde el panóptico de las redes sociales, donde dejamos escritos nuestros pensamientos, conversaciones e imágenes.
¿Dejaremos allí también lo que nuestros ojos ven y nuestros oídos escuchan, en vivo, para todos los que quieran mirar? Es preferible quedarse con el final del capítulo: el protagonista decide quitarse el chip y dedicarse a vivir el presente, sin mediaciones y sin estar atado a la duda, la culpa y el pasado.

(*): es profesor-investigador de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. / DYN.

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